domingo, 4 de octubre de 2009

Máscaras de Zacatecas

hay algunas caras, de vez en cuando, tan verdaderas, me parece como si fueran a saltarme encima, son caras que gritan, ¿Comprendéis lo que quiero decir?, te gritan encima, es horrible, no hay modo de defenderse, no hay... modo.
Océano mar, Alessandro Baricco




Entro a un espacio de ruinas y rostros
y una sonrisa maquiavélica que se abre para mirarme con sorna.
Las miradas huecas que enuncian la fuga del alma,
seguramente acechando en las cercanías,
como prófuga, como bestia salvaje
que proviene de abismales selvas,
esperando para saltarme.
Rostros monstruosos que revelan mi existencia al reflejarme,
me veo y los veo.
Están ahí, sin vida,
sé que me ven, pero no me miran,
sé que tras su rostro no hay más que un hueco
(¿Será la manifestación del vacío humano?),
un vacio único que todos compartimos
y que, sin embargo, me perturba.
Siento el leve pestañeo de un ermitaño,
¿Serán los años de polvo los que inyectan de vida?
La mística vivacidad del tiempo
que se manifiesta en lo muerto.
Me sumerjo entre la bruma melancólica de un ojo
y de pronto me encuentro descubierto.
Es la propia niebla la que veo,
el abismo blanquecino que todos compartimos:
ideas, sueños y recuerdos difusos,
todo entremezclado, sin límite,
un vacío de blancura donde el todo se licúa,
me confunde con la nada.
Entonces quien me acompaña también se desnuda,
se muestra confundida entre la nube condensada.
Y me asusto del vacío tras los ojos,
me asusto y me escondo en los rostros de demonios,
arlequines y viejos, animales fantásticos,
pregoneros de sabia piedra,
de vitalidad de madera.
Pruebo unos, otros, camino entre miradas vacías
sin encontrar la mía.
Ahora soy un niño, ahora un viejo,
un ángel o demonio, bestia, quimera...
Y el vórtice de rostros me lleva a un nuevo espacio
¿Quien soy yo bajo este cielo?
¿Qué máscara me he puesto?
Daniel Santillán




2 comentarios:

  1. Es una muy apremiante forma de expresar todo lo que pasa cuando ves las mascaras... y no solo las que hay en las paredes o museos jaja.
    A mi en lo personal me dan mucho miedo...tuve la oportunidad de ver una coleccion privada muy rara de un anciano muy raro en un pueblito muy extraño, ya casi la ultima parte habitable del nevado de toluca y aun tengo muchas imagenes en mi cabeza.

    Me ha gustado, bueno, siempre me gusta tu forma de escribir las cosas.

    ... ok, a veces.

    Un beso.
    Ana

    ResponderEliminar
  2. ¿Qué llevamos todos sino máscaras? La visión que le das al Baricco no tiene malle, gracias.
    Me gusta el texto, las imagenes hablan por si solas, no me atrevo a ver los huecos por ojos por que si ya me sé desnuda no quisiera que en estos momentos me desnudara tambien la muerte.

    ResponderEliminar