domingo, 15 de marzo de 2009

Mariposa


"Son las ansias sin fin, las esperanzas,
las ilusiones del amor, venidas
de azules y profundas lontananzas."
Manuel José Othón

Te encontré aquel día de mayo, viniste con las lluvias a entristecer mis días. Te encontré por casualidad, por intuición. Simplemente te encontré ahí. Yo había estado jugando con las palabras, mis perras negras, sólo un poco, ya sabes. Seguramente te llamó la atención tanto jugueteo, tanta locura, tanta confusión que yo y mis perras solemos arrastrar.
Te ví de lejos, un poco borrosa, riendo como sólo tú sabes hacerlo.
Me gustó tu risa desde el primer momento, aunque casi siempre la vi de lejos, la sentí a la distancia. También me gustaron tus ojos, expresivos, extraños, cautivadores, inquietos. Los veía volar constantemente para después aterrizar de pronto, temerosos. Tú eres una extraña confusión entre miedo y temeridad. Quieres volar y cuando llegas alto te derrumbas, mas siempre recuerdas tus vuelos con cierto tono melancólico. Me gusta la rara mezcla de tristeza y alegría de tus ojos.
Viniste con el viento, con las lluvias de mayo, llegaste tan rápido que no me di cuenta hasta que estaba empapado junto a tí. Sé que te irás, mas no importa, porque el viento te traerá de nuevo, con otras ropas, con otro nombre, pero con los mismos ojos. Tal vez el viento me llevará contigo, tal vez deje de soplar y puedas quedarte. No sé lo que pasará, sólo no lo sé...


DAGS

12 comentarios:

  1. Esta hermoso y la cita de Othón viene mucho al caso, felicidades. Una cosa más, seguro que sólo tú la encontraste?, podría parecer que ella te encontró o que ella te busco, al fin y al cabo ella fue la que llegó :), me gusto mucho.

    ResponderEliminar
  2. No, ella no me encontró ni me buscó. Llegó a mi, la trajo el viento. Obra del destino y nada más.
    Y así como llegó, también se puede ir. Y uno qué puede hacer? Somos juguetes del destino.
    Gracias por las felicitaciones, y por todo.

    ResponderEliminar
  3. Ah! es que pensé que ella había llegado porque le llamo la atención tanto jugueteo, locura y confusión, pero sí, esa curiosidad no implica que ella te haya encontrado o buscado. Pero que tal si ella también te encontró por azar, iba volando feliz y contenta y derrepente zaz, ahí estabas tú ... no soy terca, sólo digo lo que puedo entender ... :)

    ResponderEliminar
  4. Me gusta, me gusta la idea. Me produce felicidad. Cosa que en estos tiempos es un tanto dificil producirlo en mi. Por eso es que le agradesco tanto, tantas cosas.

    Un Beso y sabe cuanto lo estimo, no?

    ResponderEliminar
  5. la melancolia....a veces produce alegria!!! es un edo...muy raro y agradable!!! aunque...luego te acostumbras y sufres más!!! pero...de quién es esa sonrisa lejana y borosa que produce un sentimiento??? puede que sea la utopia de los sueños....que no cambia....ni se destruye.....´sólo regresa con los días....siempre estará ahí!!!!

    me gusta!!!

    ResponderEliminar
  6. Hey, tú. Lo releí varias veces, en varios días buscando qué me causaba ruido: son las perras. No es nada contra ellas, pero creo que es un referente muy específico de tí en un texto general; creo que disminuye la identificación.
    Todo lo demás me gusta mucho, la onda semántica del clima está bien buena.

    ResponderEliminar
  7. Gracias por los comentarios. Ahí van las aclaraciones.
    Señorita Sandunga, esa sonrisa lejana y borrosa es de todas y de nadie, es de la mujer ideal que vive en el bosque de mis sueños, la que descubro en los rostros, las miradas, las sonrisas, el pelo, la silueta, el andar de otras mujeres, todos tienen un poco de ella, todas se le parecen un poco, algunas más, otras menos.
    Querida y drogosa amiga Quetzalma, no sé si entiendo bien tu comentario. ¿Crees que las perras son una referencia a mi vida cotidiana? ¿O cómo? Yo no tengo más mascota que una gata. Pero, si es así lo que crees, no te equivocas del todo. Las perras son un calco de Cortázar, una imagen que usa en Rayuela me parece, para representar a las palabras: esas perras negras. Ella me encontró jugando con las palabras en realidad, parloteando como a veces lo hago, cuando no estoy de apático, retraído o de autista.
    Gracias por sus comentarios. Nos vemos

    ResponderEliminar
  8. Chale, Choco... pus debo decirte que si lo tienes que explicar, no es un buen chiste... o es un chiste local (individual, en este caso). Y no porque lo de las perras sea un chiste, pero sigo pensando que el referente se siente raro. Ahora que lo explicaste toma algo de sentido aunque aún así no creo que muchos lo infieran porque está descontextualizado.
    Sin más por ahora, adiós. :D

    ResponderEliminar
  9. en ese caso habría que poner perras negras... a mí también se me hacía raro.

    ResponderEliminar
  10. he leído los dos textos, el becqueriano y éste.
    como siempre encuentro en tí la idea del ideal. como tu idea de la felicidad como un sentido inalcanzable (más allá).
    me gusta tu esperanza porque es semejante a la mía . no se espera algo específico pero se espera.
    el viento siempre trae algo y se lo lleva, pero lo trae. a veces es algo intangible y a veces tan tangible que se rompe, pero siempre algo.
    y entonces la felicidad no está más allá, está cuando pasa el viento... en ese instante..
    ¿o no?

    ResponderEliminar
  11. Yo sólo te escribo para decirte que no me podía quedar atrás así que escribo ara que sepas que tengo algo que decir en este momento.

    Por tu atención ¡Gracias!

    ResponderEliminar
  12. El comentario anterior lo escribi, a mucha honra yo, sólo que mi neofitez con la tecnología del hombre blanco es, con mucha pretención, casi inexistente.

    No es cierto, la verdad no estoy para comentar disque doctamente (como si pudiera hacerlo ¡ja!) así que te repetiré lo que ya te he dicho en tu cara: Me gusta como escribes.

    ResponderEliminar