Otra vez, así otra vez,
pero sin gozo, sólo así, así y ya, con los ojos hinchados y el corazón irritado de tanto sentir y la cabeza desmoronada …
Otra vez como zombie, con las lagrimas bloqueadas y el desahogo masticado y tragado.
Otra vez así, inyectando mis oídos de pretextos para vomitar mi desahogo.
Sólo así, evitando odiar, amar, necesitar.
Así y ya, evitando irritarme y desmoronarme más, aunque de repente un puchero de la boca me presiona a vomitar, pero ya no tengo tiempo para eso.
Mejor así, y por lo pronto fingir estabilidad y tranquilidad, y si es posible felicidad, aunque la tristeza bloquee mi respiración y me duela el pecho.
¿Será la tristeza? ¿La irritación? ¿Las dos?
Quiero dormir y no despertar por mucho mucho tiempo, y que al despertar ya no recuerde con dolor sino con dulzura.
No sé que es lo que más me duele, lo que pierdo o lo que no tengo …
pero como sea … ¡Gracias vida!
domingo, 12 de abril de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Me gusta..aunque el final es alentador y no se si deba serlo
ResponderEliminarBien, me gustarìa poder estar de cierta forma en contra de la idea general, pero no puedo.
ResponderEliminarDesde mi ser puedo decir que he sentido cada confusiòn y profesiòn de respuesta a ese dolor, coraje e impotencia que puede reflejar Costumbre. Aunque en mi caso no recuerdo haber agradecido a la vida hasta tiempo despuès cuando entro en el juego de su seducciòn.
Me gustán los finales que rompen el oído o en este caso la vista, ja.
ResponderEliminar