Se encontraba atrapado, sin màs compañìa que sus recuerdos, en una pequeña celda que pensò no compartìa màs que con su sombra. Su ùnico consuelo era una tenue luz que se deslizaba a travès de un mìsero hueco, fabricado como respuesta al vano intento por escapar de su pesadumbre.
Lleva mucho tiempo existiendo, tanto que ha dejado de pensar en ello, mientras que una nueva idea surge en su cabeza: nunca podrà salir de esa pesadilla. La idea se acompaña de recuerdos, de pequeños detalles que antiguamente hacìan su vida placentera. No soporta el percatarse de que jamàs volverìa a sentir el fresco rocìo cayendo por los pètalos del pensamiento al caminar por el bosque, tampoco serà capaz de plasmar otro amanecer en su mente, en su alma o en su corazòn.
La realidad que vivìa le resultaba vacua y sin ser conciente decidiò a salir de ella, a visitar algunos recuerdos, aquellos que nunca se van y uno sabe donde ha de encontrarlos, esos que viven con nosotros y no suelen necesitar la ayuda de pequeños talismanes casi imperceptibles como aromas o sonidos, asì lo hizo aunque a veces deseo que no existieran. Emprendiò su caminata por los rincones de su mente, conviviendo con palabras, sombras que se escabullìan y fantasmas que transforman las ideas en desgracias.
Mientras fraternizaba con un recuerdo, sintiò el roce de la imagen de su amada quien deambulaba entre los àrboles, lo buscaba debajo de las rocas, por el cauce del rìo, tratando con desesperaciòn de entender por què en el amanecer de sus vidas los dìas oscurecieron. Al mismo tiempo que la observaba la frustraciòn lo invadiò, no podìa ir tras ella, le era imposible. Respiraban el mismo aire, èl percibìa su càlido aliento, su voz era un murmullo entre las ramas, pero ella no podìa sentirlo, su paso era tan ligero como el del viento, su voz tan delicada como la brisa entre los dedos.
Recuerdos como estos le eran tan insoportables que se veìa obligado a emerger de la ilusiòn, aquella que se veìa afrentada por los fantasmas que fungìan como un escape momentàneo a la pesadilla que continuamente maquinaba. De vez en cuando lo sorprendìa su única verdad: estaba solo.
Aturdido confundia lo soñado con lo vivido, y no lograba vislumbrar la salida, se encontraba acorralado. Subitamente la desesperaciòn se apoderò de èl, jadeaba como si el aire le faltara y gritando con demencial ìmpetu pedìa que lo dejaran libre, que le permitieran ir tras aquel murmullo, dejando huellas mientras corre por el bosque, logrando abrazar el rocìo que se deslizaba por el pensamiento.
Tiempo despuès de haber caìdo agotado por la mezcla de desesperaciòn y frustraciòn que lo asfixiaban, surgiò una voz entre la oscuridad, porque en ese momento el sol ya habìa abandonado su mundo y la tenue luz que se escabullìa por el hueco habìa dejado de ser perceptible. La voz fue algo sorprendente, ya que se pensaba solo en medio de las tinieblas que invadìan la celda, pero la voz arrastraba palabras y quizà con ello la respuesta a su sùplica: "Eres libre en tu mundo, todo existe y tù te lo arrebatas, nadie màs que aquellos fantasmas sujetan tus manos, tu alma y sòlo intentar librarte de ellos te desgarra ¡Resignate o acèptalo porque fuera de esta pesadilla que has construido no exites!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Yeah! esto es lo más parecido a lo que espero que haya después de la vida, y algo así había supuesto que sería el infierno.
ResponderEliminarRayos, sí es un buen viaje, necesito meditarlo más. Por ahora sólo pienso en todas las construcciones que el hombre hace para aislarse de su mundo, como crear lo que ahora estamos haciendo: un espacio en internet, un lugar donde a través de palabras logremos levantar un mundo que nos separe del mundo.
ResponderEliminarMuy buen viaje, déjame fumarlo.
La idea me gusta pero hay algo raro con las conjugaciones verbales que me hace ruido y me desconcierta. Algunas oraciones son muy largas, sobre todo en el último párrfo, y eso le quita algo de contundencia a la frase final (por cierto, faltan las comillas de cierre). El "gritando" del sexto párrafo está raro porque como que no se termina la idea completa.
ResponderEliminarEsta onda interna es la neta. Me gustó mucho la parte en que el sujeto y su amada estan en el mismo espacio pero como en diferentes dimesiones, es muy visual. El final también está chido.